Hemos defendido nuestro cuerpo
De la silicona y los tacos
Del afán de vernos como incubadoras
Hemos dicho que NO a la guerra y a sus negocios
Hemos levantado la mano para ir votar y a la escuela
Hemos levantado la voz para denunciar la explotación de nuestros cuerpos en contra de nuestras
neuronas
Hemos deseado amar y ser amadas como lo que somos: un misterio por descubrir
Hemos dicho que no a la cuica como espejo de la mujer blanca rubia del norte
Hemos aprendido de nuestro cuarto propio que la Wolf nos dejó
Hemos aprendido de la Belén de Sárraga y su anarquismo indomable
Hemos dicho no más a las tretas del débil, hemos alzado la voz sin pedirle permiso a nadie
Eso hemos hecho también las mujeres, repitamos una y otra vez nuestra historia para que no
olvidemos que siempre hemos sido la mitad que también tiene su propia historia.