Por Camila Sandivari
A continuación, presentamos dos textos de Camila Sandivari de Feministas Lúcidas, quien sufrió violencia patriarcal en la facultad de Beauchef de la Universidad de Chile. En el primero explica lo sucedido y su tristeza y malestar, acompañándolo de un poema escrito por ella. El segundo texto es una carta dirigida a nuestra colectiva Feministas Lúcidas donde, entre otros sentires, nos cuenta qué está pasando con las mujeres de Beauchef y de otras facultades. Las dejamos con la voz de Camila:
TEXTO 1
No sé bien cómo empezar a escribir esto, me tiembla el pecho como cuando estas nerviosa, y tengo caleta de pena.
Con un par de amigas queremos organizar un encuentro feminista y puse un post en el foro de u-cursos con fines informativos, para que si alguna mujer que lee el foro le hace sentido la idea, ella pudiera asistir. Luego algún hombre (con acceso al foro, o sea probablemente de beauchef) puso un pantallazo de mi post en la deep web, en algún tipo de foro. Me insultaron, objetivizaron, sexualizaron de una forma que me da mucha pena pensar y un montón de hombres anónimos que ni siquiera me conocen, no saben quién soy, ni lo que pienso, ni lo que siento, ni como me expreso, se ponen a opinar respecto a quién soy, a lo que pienso, siento y a cómo lo expreso.
Me pasó esto porque soy feminista y mujer en este mundo y sociedad patriarcal y heterorreal. Siento que es un intento de amedrentamiento, siento que es una violencia que tiene el fin de que yo no pueda ser la mujer que soy, si no la que se desea que yo sea, para que mi vida en el medio público en el que existo se moldee a ciertos cánones.
Aparentemente se desea que yo sea más silenciosa, que no diga cómo me siento de vivir y convivir en este mundo con estas reglas y estas personas.
Yo no voy a callarme
El mundo me pone furiosa
por qué no hay cosa justa
no hay cosa que se salve de la mano del hombre
la voz, las piernas, los torsos de hombre
la mente, la muerte y la historia de hombre
Ni si quiera nosotras
Soy hermosa cuando estoy furiosa
soy un poco más chascona
un poco más gritona
pero tengo un sabor dulce aunque este furiosa
por qué yo no inventé el poder, no lo creé, jamás lo he ejercido
mi furia me hace más libre
mi furia no quiere ganar guerras
TEXTO 2
Hola mujeres lindas, les escribo esto porque no puedo asistir a este club y me da mucha pena no poder asistir porque siento que toda la forma que ha tomado este asunto, todas las muchas muchas reflexiones y emociones que esto ha generado en mí han sido direccionadas, encaminadas, acompañadas por nuestro club, por nosotras juntándonos periódicamente para hablar, para poner en palabras, para simbolizar cómo nos sentimos. Para decir lo que ninguna puede decir. Las palabras que salen de mi boca existen porque existen ustedes, mujeres hermosas y admirables.
Estos hombres me agredieron en plataformas virtuales, lograron poner su violencia en mí de una forma impresionante, lo mismo que hacen cuando voy por la calle y me tiran un piropo, con la diferencia de que por lo menos hoy yo me siento con la capacidad de gritar devuelta a ese piropo y esa acción alivia un poco la violencia que ponen en mí, la saca un poco de mi cuerpo, pero lo que me hicieron ahora está difícil de sacar, es fuerte, pero sólo existe porque existe esa plataforma. Siento que la virtualidad permite olvidar nuestro cuerpo más fácilmente, y nosotras somos cuerpo. Cuando camino por beauchef ahora ando mirando a los hombres a la cara (antes lo evitaba porque son muy feos), pero ahora cuando los miro soy perfectamente capaz de identificar si vio mis fotos y como se siente al respecto.
No cerré mi facebook ni mis cosas enseguida, porque quería que esto se convirtiera en algo más concreto y lo hizo. Pronto cerraré todo.
Muchas mujeres nos reunimos el lunes en beauchef y las palabras que se virtieron fueron hermosas, conversamos y nos organizamos incluso. Hicimos, debido a que esto sucedió, lo que nosotras hacemos en el club, nombrar las cosas que nos pasan, con algunas palabras que nosotras queremos encontrar en común, incluso llegaron profesoras y sus palabras fueron sabias, ellas eran autoras de sus palabras y eso me maravilló. Hoy mientras escribo esto, es martes, y nos juntaremos al almuerzo con unas dinámicas que una niña propuso, para responder algunas preguntas respecto a esta situación, cómo nos hace sentir, que quisiéramos que pasara, por qué…
Yo sé, porque ya pasó en la reunión de ayer, que muchas entendemos que no es un caso puntual, que es una experiencia común, y que la misoginia tiene muchos niveles. Estos tipos no son mentes enfermas, o mejor dicho, sus mentes están enfermas por que la sociedad entera está enferma y por que la institución está enferma, ¡enferma de patriarcal! y reconocer ese patriarcado nos mejora, por lo menos a nosotras, muchas dijeron que esto era culpa de los mismos profesores que dicen comentarios misóginos disfrazados de chistes en las clases y hay un entendimiento de que los comentarios del foro institucional (no anónimo) en oposición o cualquier tipo de reclamo frente a iniciativas de mujeres es violencia también.
Yo no cierro mis ojos ante la violencia del patriarcado, no la oculto en mi cuerpo para salvar a la humanidad de la violencia tampoco, la vivo todos los días, porque existe todos los días, hoy era mi cara cubierta de semen como acto de intimidación, pero antes era la de otra mujer y después será la de otra, nos crían en el porno, nos odian cuando tienen sexo, pareciera que duele reconocerlo, pero es al contrario, saberlo me salva de haberme querido suicidar (como a otras mujeres les pasa en este caso). Nosotras transformamos esa violencia en amor entre nosotras, eso es brujería y ellos no saben hacerlo.
Me extendí un poco, pero hay una última cosa que quiero comentarles, yo he sentido pena y a veces susto, ando un poco más paranoica en la calle, pero no es tanto más que antes tampoco, y hay algo que me ha sorprendido del apoyo que me ha llegado, de parte de instituciones o algunas personas que tal vez tienen otros objetivos al hablarme que no sinceran (politiquería universitaria y cosas) o tal vez incluso algunos de mis compañeros. Me ha sorprendido que es con preocupación, pero es una preocupación que me hace sentir más preocupada, el apoyo es para que me sienta mejor porque me hicieron eso, pero no necesariamente para reconocer que este es un problema de nuestra sociedad, las salidas legales no sé qué tipo de castigo buscan, pero si no van a reconocer que este es un problema de nuestra sociedad entonces no me brindan seguridad. Si las acciones que se desencadenan a partir de esta situación no son feministas, ni antipatriarcales entonces no van a destruir el patriarcado y eso es lo que a nosotras nos está matando.